Una vez más hay que decir que en política no vale todo. Habría que recordarlo un poco más y más a menudo. Y es que mi indignación ha sido supina al ver que el padre de la niña Mari Luz Cortés asesorará al PP sobre la reforma del código penal. Está claro que cada uno puede tener las ideas políticas que quiera y apoyar al partido x o al partido y, y por supuesto, manifestarlo con total libertad. No obstante, de ahí a que el partido x o el partido y, o vayamos poniendo nombres, el Partido Popular, se aproveche del dolor de este hombre para liderar su causa, hay un trecho bastante grande que nunca debería haber traspasado.
Con todo mi respeto, Juan José Cortés es ahora asesor del PP en materia de justicia. O sea, llevado al extremo el segundo de Trillo. Es surrealista. Puedo llegar a comprender o al menos, a imaginar el dolor de esta persona y que clame justicia a viva voz, pero no para pasar a convertirse en asesor de un partido que no busca más que aprovecharse del dolor que tiene como padre de una niña asesinada supuestamente por un tipo al que la justicia no había dado su oportuno merecido. No sé qué tipo de formación profesional tiene el señor Cortés, pero lo conocido cuando el caso estaba en pleno apogeo, entrenaba un equipo de fútbol y poco más. No quiero que se me malinterprete por esta última frase, pero viene a ser un elemento más que otorga fuerza al argumento de que el PP, en este caso, se aprovecha del sufrimiento y de la circunstancia particular de este hombre.
No quiero exonerar de responsabilidad al PSOE, cuyo secretario general se reunió con él en calidad de presidente del Gobierno, o a UPD, partido éste último para el que ha sonado como posible candidato para la alcaldía de Huelva.
Ahora Cortés se da de baja del PSOE por ver dilapidada su fe en Zapatero, lo puedo entender, pero más tarde se dará de baja del PP, o se alejará del Rajoy y Arenas de turno por lo mismo, porque la reforma del código penal llegará cuando políticamente le interese, no como él ha dicho, "de la mano de Mariano Rajoy".
Entiendo que estas personas no tengan el horizonte claro tras un suceso funesto y no natural que se produce en sus vidas, pero no aliviará su dolor el meterse a políticos con espíritu de Robin Hood. Me quedo, para decirle que no es posible hacer lo que pide, con una declaración de Cortés de hoy: "Pido, por favor, que no utilicen el caso de mi hija para nada, porque es independiente; Juan José Cortés es una cosa y el caso de mi hija es otra historia".
Con todo mi respeto, Juan José Cortés es ahora asesor del PP en materia de justicia. O sea, llevado al extremo el segundo de Trillo. Es surrealista. Puedo llegar a comprender o al menos, a imaginar el dolor de esta persona y que clame justicia a viva voz, pero no para pasar a convertirse en asesor de un partido que no busca más que aprovecharse del dolor que tiene como padre de una niña asesinada supuestamente por un tipo al que la justicia no había dado su oportuno merecido. No sé qué tipo de formación profesional tiene el señor Cortés, pero lo conocido cuando el caso estaba en pleno apogeo, entrenaba un equipo de fútbol y poco más. No quiero que se me malinterprete por esta última frase, pero viene a ser un elemento más que otorga fuerza al argumento de que el PP, en este caso, se aprovecha del sufrimiento y de la circunstancia particular de este hombre.
No quiero exonerar de responsabilidad al PSOE, cuyo secretario general se reunió con él en calidad de presidente del Gobierno, o a UPD, partido éste último para el que ha sonado como posible candidato para la alcaldía de Huelva.
Ahora Cortés se da de baja del PSOE por ver dilapidada su fe en Zapatero, lo puedo entender, pero más tarde se dará de baja del PP, o se alejará del Rajoy y Arenas de turno por lo mismo, porque la reforma del código penal llegará cuando políticamente le interese, no como él ha dicho, "de la mano de Mariano Rajoy".
Entiendo que estas personas no tengan el horizonte claro tras un suceso funesto y no natural que se produce en sus vidas, pero no aliviará su dolor el meterse a políticos con espíritu de Robin Hood. Me quedo, para decirle que no es posible hacer lo que pide, con una declaración de Cortés de hoy: "Pido, por favor, que no utilicen el caso de mi hija para nada, porque es independiente; Juan José Cortés es una cosa y el caso de mi hija es otra historia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario